El enemigo invisible
Estamos a primeros de diciembre. Olentzero y Mari Domingi llevan unos días
preocupados con la disminución de pedidos de este año. La verdad es que la cosa
viene de antes. Ya van unos cuantos años en los que la tendencia es a la baja.
En un principio lo achacaron al descenso de la natalidad, al año siguiente a la
crisis económica y a la inflación y años más tarde a la pandemia. Pero el curso
presente a priori no tendría por qué ser así. Los datos son muy parecidos a los
del anterior y sin embargo el bajón está siendo bastante más notorio que nunca.
Tras darle varias vueltas al asunto, se deciden por enviar un email a los otros
para preguntarles cómo les va. Y efectivamente, tal y como se esperaban, se
confirma que Papá Noel y los Reyes Magos andan igual de mal. Así que a pesar de
estar en plena campaña navideña deciden convocar una reunión de urgencia para
tratar la gravedad del asunto.
La reunión es por Skype. Asisten con semblante serio; los convocantes, Olentzero y Mari Domingi, desde una misma cámara,
Melchor, en representación de los Reyes Magos, y Papá Noel. Mari Domingi es la
encargada de hacer la presentación:
- Buenos días a todos y gracias por atender a
nuestra llamada. El motivo de esta reunión creo que está bastante claro: el
descenso significativo de la demanda de regalos para estas navidades que como
parece ser nos afecta a todos. Así que se trata de que averigüemos el motivo y
de acordar una respuesta conjunta para solucionar el problema.
- Yo creo -interviene el Rey Melchor- que el problema que tenemos es el intrusismo. A
principios del otoño nos llegaron noticias de que en Cataluña pretendían
instaurar el “Caganer” como personaje que se encargara de repartir los regalos a
los niños catalanes. La idea es también que en vez del tradicional zapato cada
niño ponga un orinal en el que depositar los regalos.
- Perdona contradecirte Melchor- responde, dándose por aludida Mari Domingi- pero no creo que el
problema sea local, ya que en el resto del estado la situación es igual de
grave. Aunque no descartamos que pueda haber intrusismo, cómo bien dices, pero
de serlo, tiene que ser a nivel global.
En vista de que la polémica podría
derivar en la típica discusión entre cuñados de la cena de Nochebuena, Santa
Claus se apresuró en tomar la palabra.
-Yo llevo bastante tiempo en esto, y estaréis de acuerdo conmigo de lo mucho que ha cambiado en estos últimos años.
Al final no hemos podido sucumbir al consumismo salvaje que nos impone el
sistema capitalista este que se ha instaurado en la mayor parte del mundo. Y que
conste que puestos a hacer autocrítica al primero al que se le ha ido el asunto
de las manos es a mí. Lo que empezó siendo un disfraz simpático para hacer la
gracia a los niños ahora ha degenerado en el símbolo de los cotillones, y casi
me atrevería a decir de la mayoría de los excesos de estas fechas, de lo cual me
arrepiento profundamente. Dicho esto, os quería contar, que el otro día mientras
atravesaba con mi trineo la meseta castellana en medio de una gran nevada, me
crucé con una figura humana totalmente cubierta de nieve que tiraba de un
carrito cargado de regalos. Lo que más me llamó la atención fue la imposibilidad
de saber con certeza si se trataba de un hombre o una mujer. Era un inmejorable
ejemplo de lo que hoy en día denominan como “no binario”. “Oiga usted” le grité.
al verse descubierto, de inmediato se sacudió la nieve, y no me creeréis, pero
os juro que desapareció, se volvió invisible. Entonces descubrí en la nieve las
huellas de sus pisadas que se alejaban corriendo. Espoleé a los renos tras
ellas. Como seguía nevando copiosamente no tardó la nieve en cuajar en aquel ser
invisible y volvió a aparecer la misma figura blanca de antes. Al verse
descubierto una vez más y viendo lo inutil de su huida se detuvo. Entonces me
pude poner frente a frente.
Está bien te debo una explicación - me dijo con la respiración entrecortada por el esfuerzo.- soy el Amigo Invisible. Impresionado
como estaba, me quedé mudo de asombro. Una vez hubo recuperado el resuello
continuó con en aquel tono grave tan particular. Existen varias modalidades para
hacer el amigo invisible. La más común consiste en rifar los nombres de los
participantes. Cada cual tiene que hacer un solo regalo y a su vez recibe un
único regalo. Previamente se fija un precio aproximado al que hay que ajustarse
lo más posible para que no haya regalos ni demasiado caros ni demasiado baratos.
Claro, que como todo en la vida también tiene sus desventajas. Ya que ni todos
tienen la misma facilidad para que le regalen, ni todos tenemos la misma
facilidad para hacer regalos. A pesar de ello, no me negaréis que es una
alternativa bastante más racional que el consumo despiadado en que se han
convertido los regalos de navidad La verdad es que dicho así parece bastante
sensato- Intervino Olentzero. Y si todavía pensamos que el consumismo sigue ahí
presente existe la modalidad “manualidad” en la que cada participante aporta una
creación propia en vez del típico regalo.
- ¡Esa sí que mola! Oye, propongo que ya
que contamos entre nosotros al mismísimo amigo invisible que hagamos lo propio
en la cuadrilla. - Dijo Melchor sin disimular su entusiasmo.
- Me parece una idea
cojonuda- aplaudió Mari Domingi. En el resto de asamblearios había un poco de
todo; desde los más remolones como Santa Claus, hasta los que ni fu ni fa, como
Olentzero, pero en vista del entusiasmo que demostraron los anteriores no les
quedó otra que pasar por el aro.
Los regalos
-Olentzero: Una maqueta de una
carbonera con trocitos de carbón natural y con otro trocito de incienso para
darle realismo y poder usarlo como ambientador que le tocó a Gaspar y dijo que
le vendría muy bien para disimular el olor a camello.
- Mari Domingi: Una botella
de patxaran casero, que le tocó a Baltasar en un principio pero que luego cambió
a Papá Noel.
-Baltasar: Un collar hecho con dientes de cocodrilo del Nilo y
turquesas, que le tocó a Mari Domingi que le pareció muy mono aunque un poco
atrevido para su estilo.
-Melchor: Un delantal de cocina con la inscripción del
Amigo invisible bordada a mano, que le tocó a Olentzero y que le hizo mucha
ilusión y pensaba usarlo en breve en su sociedad gastronómica.
-Gaspar: Un cuadro
al óleo de los tres reyes magos a camello por el desierto con las pirámides de
Egipto al fondo que le tocó a Papá Noel.
- Papá Noel: Un cuento navideño que
trataba sobre los regalos que se hacen por estas fechas y mira por donde le fue
a tocar al amigo invisible.
-Amigo invisible: Un cuadro en blanco que iluminado
con luz ultravioleta aparecía un retrato de toda la cuadrilla, incluido él mismo
y todos con una sonrisa de oreja a oreja que le tocó a Melchor aunque al final
todos se hicieron una copia.
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